Ilustración: Jesús Delgadillo

Es un capítulo que ahonda en los efectos de la pandemia dentro de las relaciones amorosas. Resulta fácil conectar con el episodio ya que es una situación que se presentó en muchas personas jóvenes, quienes a causa del encierro se vieron limitados a la interacción digital. Además, la cuarentena empezó de golpe: no hubo tiempo para una planificación y nunca se había pasado por una situación similar.

Desde relaciones breves que terminaron en días, hasta lazos que se extendieron intentando adaptarse sin éxito. El amor no sobrevivió como consecuencia al cambio drástico en las maneras de comunicarse. Clases o fiestas por zoom, interacción por videojuegos, son herramientas que no resultaron suficientes para formar una relación amorosa sólida. En este capítulo es la prueba de esta cruda situación.